Factores de riesgo - los filtros en peligro.

Factores de riesgo - los filtros en peligro.

"Nierenversagen? Bei mir sicher nicht!" Aber: Die Wahrscheinlichkeit, dass die Nieren bereits Schaden genommen haben, ist höher als man denkt. Diabetes, Bluthochdruck, Übergewicht, Herzerkrankungen, Rauchen oder einfach höheres Alter? Schauen Sie lieber genauer hin.

Teniendo en cuenta lo variadas que son las funciones de los riñones, no es de extrañar que los factores de riesgo de padecer una insuficiencia también sean muy diversos. Los riñones intervienen en muchos procesos importantes del organismo. Por ello, en los pacientes con enfermedades crónicas concomitantes, los riñones corren un grave peligro: las enfermedades más extendidas, como la diabetes y la hipertensión arterial, no solo dañan el corazón y los vasos sanguíneos, sino que también son la causa principal de la alta incidencia de enfermedades renales en todo el mundo. Por lo tanto, es crucial tratar y controlar las enfermedades subyacentes para limitar su impacto en la salud renal. Además, algunos medicamentos, la falta de ejercicio, el tabaquismo, una alimentación poco saludable y el colesterol alto también suponen un riesgo para los riñones. Otros factores de riesgo son los genéticos, como el riñón poliquístico, las infecciones del tejido renal, los cálculos renales y los tumores. 

Diabetes: el azúcar daña las paredes vasculares

La diabetes, una enfermedad metabólica caracterizada por un nivel permanentemente elevado de glucosa en sangre, puede dañar los riñones y provocar una enfermedad renal crónica. Tanto si es diabetes de tipo 1 como de tipo 2, el alto nivel de glucosa provoca daños progresivos en los túbulos renales. Los riñones filtran pequeñas sustancias, como sales, ácido úrico y otros productos metabólicos de desecho, a través de las finas paredes vasculares de los corpúsculos renales para expulsarlas con la orina. Normalmente, los componentes de mayor tamaño de la sangre, como las proteínas, no pueden atravesar las paredes vasculares, por lo que permanecen en el organismo. Sin embargo, como los pequeños vasos renales están expuestos constantemente a ese mayor nivel de glucosa en sangre, las proteínas acaban filtrándose en la orina. Eso significa que los riñones pierden su capacidad de filtración. En ese caso, la proteína sanguínea conocida como albúmina estará presente en la orina, lo cual podría ser signo de una enfermedad renal derivada de la diabetes. 

Aproximadamente el 30 % de los diabéticos de tipo 1 y el 20 % de los diabéticos de tipo 2 desarrollan una enfermedad renal diabética en un plazo de 5 a 15 años. La evolución de la lesión renal es muy lenta y pasa inadvertida durante mucho tiempo: en la mayoría de las ocasiones, hasta que ya es demasiado tarde. Por eso es fundamental revisar periódicamente la glucemia, la presencia de proteínas (albúmina) en la orina y el nivel de creatinina en la sangre. 

En el caso de los pacientes con diabetes, el tabaquismo acelera e impulsa el proceso perjudicial que va destruyendo el tejido renal. 

El Dr. Andreas Serra
El problema es que no hay una relación consolidada
Prof. Dr. Andreas Serra

Hipertensión arterial: el dilema del huevo o la gallina

La hipertensión arterial es la segunda causa de enfermedad renal crónica. Al mismo tiempo, es síntoma de que la capacidad renal está disminuyendo y, por tanto, una señal de enfermedad renal. ¿Pero qué fue primero? Con la tensión alta, la sangre se bombea por todo el cuerpo a una mayor presión de la que es saludable para los vasos sanguíneos. Con una tensión normal, el valor sistólico (la presión cuando el miocardio se contrae) es inferior a 140 y el valor diastólico (la presión cuando el corazón se relaja) es inferior a 90. Cualquier otro valor por encima es excesivo y, a la larga, perjudicial para los corpúsculos renales. 

A largo plazo, la hipertensión hace que se endurezcan y estrechen los vasos renales, que son delicados, lo cual provoca una disminución del riego sanguíneo a los riñones y la muerte del tejido renal. Aquí empieza un círculo vicioso: los riñones, al verse mermada su capacidad, generan cada vez más hormonas que elevan la tensión arterial, pero no consiguen eliminar suficiente líquido y sal, lo que hace que la tensión arterial aumente todavía más. 

El tratamiento adecuado de la hipertensión arterial puede retrasar la necesidad de diálisis durante años, incluso si la función renal ya está muy afectada.

Cuidado con los medicamentos

Algunos analgésicos y otros medicamentos pueden afectar a la función renal si se toman de forma inadecuada y durante mucho tiempo. 

Tina Turner
La lucha por la recuperación siempre es una lucha por la información correcta!
Tina Turner

Enfermedades renales crónicas preexistentes

Mientras que la diabetes y la hipertensión arterial son las causas más comunes de las enfermedades renales crónicas, la función renal también puede verse alterada por la obstrucción de las vías urinarias, determinadas enfermedades renales hereditarias, como la enfermedad renal poliquística, o las infecciones renales (glomerulonefritis), así como por algunas enfermedades autoinmunitarias. Existen más de 300 enfermedades hereditarias, congénitas o adquiridas, aunque en general son muy poco comunes. Y, aunque no haya ningún tratamiento para las causas subyacentes, es necesario controlar la función renal de forma periódica. 

La importancia de un chequeo médico

La importancia de un chequeo médico

Casi tan sencillo como lavarse las manos: una pequeña prueba de orina podría prevenir la diálisis y el trasplante.